Topos-visión: procesos exploratorios del territorio
Por Virginia de la Cruz Lichet

Es interesante la manera en que Ana Isabel Diez presenta su serie Mapa des-plegado: unos mapas que se pliegan y se despliegan dando lugar a nuevas esculturas orgánicas que ocupan literalmente el espacio del marco o del pedestal.

Estos grabados de aguatinta y aguafuerte, realizados a partir de la combinación de mapas antiguos y recientes dan como resultado una nueva cartografía del territorio, híbrida, y que, al mismo tiempo, revela un presente imposible de explicar sin un pasado colonial que dio lugar a las primeras cartografías del territorio americano.

Si bien estos grabados son ya, de por sí, una reflexión en torno al concepto de « territorio » e « identidad » que se fragua a partir de ese enraizamiento con la tierra, Ana Isabel Diez añade otro proceso transformador, igual de metafórico: el del plegado.

Pero no se trata de un plegado cualquiera, ni de un arrugado, ni siquiera de un rasgado, sino del uso de una técnica también ancestral de plegado: el origami. No es casualidad tampoco que la artista haya elegido esta técnica para proceder y que conlleva un sentido originario. Del mismo modo, se trata de un plegado minucioso, meditado, ordenado y geométrico que se extiende hasta el infinito, respondiendo así a un modelo matemático que nos resulta más familiar y que se repite en los propios fenómenos de la Naturaleza, a modo de fractal, principio del todo y del nada, sin inicio y sin fin. De esta forma, Ana Isabel Diez contrapone esa planicie de la superficie del mapa acotado con esa otra estructura geométrica básica y fragmentada multiplicada exponencialmente y que recompone el espacio y el territorio representado.

El uso de la cartografía que, por definición, representa y delimita un territorio determinado, poniendo en él su foco, se vuelve en un ente volumétrico que por sus pliegues delimita a su vez ese mismo territorio, compartimentándolo en pequeñas estructuras facetadas de un territorio serpenteante y cambiante. Al mismo tiempo, el mapa plegado permite poner en relieve zonas iluminadas y mantener otras en sombra, resaltando así los estragos de la historia, mostrando así un pasado que ha transformado poco a poco o drásticamente ese territorio, pero también sus zonas más oscuras.

Estos mapas representan las huellas de esas heridas que permanecen y se graban por y para siempre, tanto en la tierra como en el papel. La planitud del mapa, esa visión única y hegemónica del territorio pasa a convertirse en una visión rasante, al encuentro de esos pliegues que limitan una mirada centrípeta por otra más exploratoria y multifacética, permitiendo así que nuevas combinaciones visuales y conceptuales sean posibles.

Mapa De(s)plegado
Por Ana Isabel Diez

Contexto:

Está en la naturaleza humana moverse: viajes, invasiones colonización, migración, exploración o cualquier cosa por el estilo. Esto ha sido una constante a través de la historia entre países, culturas, continentes. Hay una necesidad de ir mas allá. De acuerdo al momento en la historia en el cual el evento tiene lugar, o el sentido geográfico del movimiento, su significado cambia: de ilustración y civilización a migración forzada y tráfico humano; de la esclavitud a la revolución y de vuelta a la esclavitud; de manifestaciones poderosas a protestas silenciosas; de ricas tradiciones a refugiados empobrecidos; de norte a sur, de este a oeste.

La migración es un asunto crucial en nuestros días. La inestabilidad política y/o económica de muchos países esta haciendo que la gente escape, que arriesgue sus vidas, sus familias, su cultura, sus propiedades. Están decididos a empezar de nuevo, no importa el precio que tengan que pagar. Muchas veces llegan a Colombia para iniciar el viaje de su “sueño americano”. El número de refugiados crece cada día. Cruzan barreras, pero las fronteras siguen iguales. Las culturas se mezclan, las cartografías se yuxtaponen. Una nueva geografía está en construcción.

La Obra:
Estoy interesada en representar estos movimientos con del diálogo de imágenes, mediante la combinación de mapas viejos y nuevos de diferentes geografías, a través de la técnica del grabado.

De otra parte, tenemos el origami, una técnica ancestral de doblado de papel cuyas raíces son orientales. Aquí el quiebre prominente se llama montaña y el opuesto se llama valle, ying y yang. La construcción de las figuras necesita de ambos. Y nos recuerdan los recorridos interminables de los migrantes. Los quiebres seguirán existiendo aún después de que la figura se deshaga. Estos son los mapas de plegado.

Por lo tanto, se construyen figuras de origami con los mapas que son luego desplegados, de manera que los marcas quedan presentes, como las memorias de los viajeros.